Inflación: protege tu dinero

Probablemente hayas escuchado o leído alguna vez que determinada estrategia u operación financiera sirve para protegerse de la inflación. Y también probablemente sepas más o menos a que se refiere: a que el valor de tu dinero vaya aumentando al mismo ritmo que la inflación o más. Pero en este post lo veremos bien y saldremos de dudas.

Primero lo primero:

Qué es la inflación ¿es lo mismo que el IPC?

No, aunque parecido.

La definición de la inflación es:

Proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda; causa una subida continuada de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos.

Sabiduría popular

O sea, que es una subida de los precios de los productos y servicios. Cada año las cosas cuestan un poco más si la inflación sube, o un poco menos si la inflación baja. Y como cada vez las cosas cuestan más, cada vez el dinero vale menos; la inflación devalúa el dinero. Justamente por esto hay que proteger nuestro dinero.

El IPC (Índice de precios del consumo) también es un indicador de precios (como la inflación) pero la diferencia es la cantidad de productos que toman en consideración para medir los incrementos de precio, esa es la única diferencia.

De hecho el IPC engloba en una “cesta” unos productos y servicios concretos considerados básicos para vivir (alimentos, ropa, vivienda, medicina, pcio, enseñanza, etc) y calcula la variación de precio en un año (no lo que valgan en sí, sino su cambio de precio). Mientras que la inflación tiene en cuenta todos los bienes y servicios. Como es más difícil el cálculo de la inflación, muchas veces se toma el IPC como referencia.

En la siguiente imagen he recopilado los datos de la tasa de inflación de los últimos años en España, Europa y el mundo. Datos obtenidos de Statista.

inflación en España

Métodos para proteger tus ahorros de la inflación

Si tuviese que decirlo en una frase, sería: depositarlos en una inversión pasiva que generase igual o mayor rentabilidad a la inflación.

Digo inversión pasiva porque si tienes que estar activamente gestionándolo pasa a ser una especie de trabajo, y eso es trabajar para ganar dinero, que también está muy bien pero no tiene nada que ver con este tema (ten en cuenta que para generar un ingreso pasivo, al principio también requiere de tu atención, aunque sea solo por depositar el dinero y hacer un mínimo seguimiento).

Estos son los métodos para protegerse de la inflación.

1. Activos de renta fija que superen la inflación

Los activos de renta fija son un método de inversión en los que el emisor garantiza la devolución del capital invertido más una rentabilidad. Y si esa rentabilidad es igual o mayor a la inflación, te estarías cubriendo de ella.

Cuando vas a invertir en un activo de renta fija sabes exactamente la rentabilidad que va a tener antes de invertir. Por otro lado, no sabes cuál será la inflación de este año, pero sí prever (aunque sea más o menos) que quede dentro de un baremo. Fíjate en la gráfica de más arriba de las inflaciones de los últimos años.

Si por ejemplo la inflación fuese de un 2%, para cubrirte de ella con un activo de renta fija, su rentabilidad debería ser igual o mayor; pongamos del 3% por ejemplo. En este caso, si invirtieras 100€, al cabo de un año te darían tus 100€ de capital más 3€ de rentabilidad, haciendo un total de 103€. Las cosas que antes te costaban 100€, debido a la inflación ahora te cuestan 102€, pero como tienes 103€ resulta que has quedado cubierto de la inflación ¡y más! (un 1% más). Los cálculos no son exactamente así, pero sí muy parecidos y totalmente adecuados para hacerse a la idea.

2. Fondos de inversión (con rentabilidades igual o superiores a la inflación)

Es como en el caso anterior de los activos de renta fija. De hecho, si inviertes en un Fondo de Inversión estás invirtiendo en una “canasta” de bonos y acciones (como por ejemplo activos de renta fija). La diferencia es que estarías invirtiendo de forma más diversificada que si lo hicieras con solo un activo concreto. 

3. Bonos indexados a la inflación

Es la primera respuesta que encontrarás en todos los sitios. Los Bonos indexados a la inflación son una forma de inversión tradicional en la que el rendimiento va ligado a la inflación, por lo que si la inflación en un año sube un 3%, el rendimiento de este Bono también. Si en vez de inflación hubiese deflación, el rendimiento bajaría acorde.

Básicamente sirve para mantener tu poder adquisitivo, que tu dinero “valga lo mismo / tenga el mismo valor” año tras año. Este tipo de Bonos son populares ya que son utilizados por muchos inversores con dos objetivos:

  • Cobertura frente a la inflación.
  • Diversificación de riesgo.

Se concluye entonces que los Bonos indexado a la inflación no sirven para ser más rico, sino para mantenerte igual; que desde muchos puntos de vista en una buena decisión, ya que de no hacer nada, y si la inflación es positiva (como suele serlo la mayoría de años), se estaría perdiendo poder adquisitivo.

Respecto a la otras opciones, digamos que es mucho más probable que quedes cubierto de la inflación, pero a cambio de no obtener una rentabilidad superior a la propia inflación y que con otros instrumentos financieros tal vez sí podrías.

4. Inmuebles

El mercado inmobiliario también sirve para cubrirse de la inflación. Si tienes parte de tu patrimonio en un inmueble, con el paso de los años ese inmueble también puede valer más o menos, y suele ir acorde con la inflación. Cuando en un determinado momento vendieses la casa después de unos años, es probable que ahora valga más que cuando la compraste, debido a que ahora el coste de la vida ha aumentado, porque año tras año, en general, la inflación ha sido positiva. Aunque no siempre tiene por qué ocurrir esto.

También te estarías cubriendo si estás alquilando el inmueble, ya que los contratos de alquiler se ligan al alza de la vida. Puedes alquilar tu casa y reajustar el precio de alquiler según la inflación.

Cabe mencionar que no hace falta que ya hayas pagado lo totalidad de la hipoteca para cubrirse de la inflación, ya que la deuda del préstamo hipotecario no aumenta según vaya pasando el tiempo (el coste de la deuda se mantiene) mientras que, en entorno inflacionista, el valor del activo (el piso / la casa) que es tuyo, sí va aumentando.

5. Crowdlending

Al igual que los activos, los bonos, etc, se trata de que utilices tu dinero a modo de préstamo para que te sea retornado con una cierta rentabilidad y que esa rentabilidad sea igual o mayor a la inflación. Es por dar más alternativas, pero el funcionamiento es el mismo.

Hay varias plataformas en las que depositas tu dinero y es utilizado para diversas cosas (según la plataforma) y que te retornan con unas rentabilidades bastante significativas; algunas muy conocidas y ampliamente utilizadas con rentabilidades del 10% anual.

En esta línea, otra solución podría ser invertir en criptomonedas de forma pasiva. Las criptomonedas son muy volátiles, por lo que conviene ir con cuidado y estar informado. Pero al estar las criptos cada vez más a la orden del día, hay soluciones a su alrededor minimizando riesgos pero aportando bastante más rentabilidad que con el dinero tradicional.

6. Materias primas

Oro, plata, café, soja, trigo, petróleo, gas natural.. hay muchas materias primas a disposición para invertir, algunas más conocidas y populares que otras, pero no por ello mejores ni peores.

El motivo por el que cubren de la inflación es porque se trata de productos “básicos”, son productos típicos que te puedes encontrar en la “cesta del IPC” que hablábamos antes en este mismo post. Entonces, si el precio de estos productos sube, también la inflación (y viceversa). O sea, que si tienes dinero invertido en este tipo de materias, estarás neutralizando el efecto de la inflación y manteniendo tu poder adquisitivo igual (ni aumentarlo ni disminuirlo… ¡cubierto!).

Puedes incluir algunas materias primas en tu cartera de inversión mediante: exposición física, compra de acciones a empresas especializadas, contratos de futuro y ETC. Aunque puedas comprar oro o plata físicamente, la forma más sencilla es a través de productos financieros. Esto es porque es muy difícil custodiar el activo. Sí, puedes guardar algo de oro o plata en tu caja fuerte; pero no si hablamos de ciertas cantidades monetarias a cubrir de la inflación, como metales que se compran por toneladas métricas, barriles de litros de petróleo o uranio

¿Cómo invertir?

  • Puedes comprar un lingote de oro y guardarlo en tu caja fuerte. Pero es una práctica que se suele desaconsejar.
  • Invirtiendo en empresas especializadas del sector cuya evolución depende de alguna de estas materias primas. Por ejemplo de una petrolera en la que, las acciones subirán y/o bajarán en función de si sube y/o baja el precio del petróleo. En teoría la empresa especializada y la materia prima respectiva tiene una relación directa, aunque esto no acaba siempre materializandose y puede haber un pequeño (o no tan pequeño) desajuste, a tener en cuenta.
  • En el Mercado de Futuros se negocian muchas materias primas. Pero exige unos mínimos de inversión que dificultan la entrada al pequeño inversor. Por ejemplo, el contrato de futuros del barril del crudo empieza desde los 10.000 dólares.
  • Los CFDs. Probablemente la mejor opción (o al menos la más utilizada) ya que es fácil de usar, clara y sin costes (solo lo que te cueste el broker de la plataforma que uses para los CFDs). 
  • Fondos especializados en materias primas y que diversifiquen. La relación entre diversificación y coste que se encuentran en estos es una solución muy óptima. Sabrás si diversifican si ves que invierten en un conjunto de activos vinculado a varias materias primas.
  • Otra opción es a través de fondos cotizados (ETFs) que inviertan directamente en materias primas. Es accesible al pequeño inversor (no como el mercado de futuros) ya que se puede comprar desde “una acción” de un producto que replique la evolución de una determinada materia prima. también a través de las ETFs se puede acceder a índices de empresas especializadas.

Conclusión

La inflación siempre nos acompañará en la vida, y aunque a veces pueda ser negativa (deflación) en la mayoría de casos y a la larga es positiva. Esto hace que el hecho de ignorarla solo te afecte negativamente perdiendo poder de adquisición.

Con lo que cuesta ganar dinero, ¿por qué dejar que cada vez valga menos?

Para cubrirse de ella no hace falta ser experto ni un constante trabajo. Solo informarse bien de métodos donde invertir los ahorros para que, sin tú hacer nada más, el dinero quede ligado y persiga los movimientos de la inflación; y si es posible, que crezca más.

Siempre y en todos lados se dice que hay que diversificar, esto no es una excepción. Puedes probar depositando una modesta cantidad repartida en dos o tres sitios que te convenzan y, si obtienes los resultados esperados, poco a poco ir moviendo el resto de la parte de tus ahorros que quieras.

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